Emprender es arriesgar, pero si no se arriesga, no hay posibilidad alguna de ganar. Cuando tomas la decisión de emprender, sabes muy bien que existe todo tipo de riesgos que pueden presentarse, y que unos son más probables que otros. Aunque la mayoría son imposible de prever, la mejor estrategia para afrontarlos es haberse preparado previamente para sortear situaciones difíciles.
En la planificación de tu emprendimiento, debes dejar espacio destinado a identificar los posibles riesgos que se presenten, así como a las posibles soluciones que puedes tener previstas de antemano. En este artículo, te dejamos algunas sugerencias:
Mantén siempre un fondo de reservas
Tener dinero al comienzo en un emprendimiento es complicado, porque todo suele irse en pago de deudas y retorno de inversión. Pero en cualquier caso, siempre debes planificar tener un fondo de reservas que te permita poder respirar en caso de que se produzca una contingencia y no tengas cómo costear los gastos que acarrea. La mejor alternativa siempre va a ser tener dinero en reserva que sirva para estos casos.
Identifica riesgos con clientes
No todos los clientes son confiables, ni tampoco son todos honestos. Para eso, debes planificarte con anterioridad para desarrollar mecanismos que te impidan procesar estafas y timos. Sea cual fuere la rama de tu emprendimiento, no solamente debes confiar en tu intuición o sabiduría, sino que debes tener planes concretos para saber cómo actuar en caso de intento de estafa. Este es uno de los problemas más comunes y no te puede dejar desprevenido.